Sabes que no tengo suficientes palabras para agradecerte tanto como hiciste por él. Todos fuimos conscientes de la mejoría tan grande que suponía tenerte cerca. Era como si siempre estuvieras, porque hablabais constantemente a través del teléfono. Cuando él decía tu nombre, no hacía falta saber nada más, se notaba en cada una de tus letras, su sentir tan especial por ti. Y lo eres, te lo he dicho más de una vez, siempre serás muy especial para todos nosotros, nada cambia, sigues siendo especial.
Desde entonces no he vuelto a verte, en aquella ocasión, no me encontraba con el ánimo suficiente de poder soportar, la gran ausencia de mi hermano, verte sola, sin él, era demasiado para mí, me sentía muy frágil y no me podía permitir caer más.
De nuevo cojo aire y respiro hondo, es así, es difícil, pero mantenemos firme el propósito de seguir viviendo. Es un continuo aprendizaje, con el convencimiento de tenerle a mi lado siempre. Aprendiendo a vivir, aún notando terriblemente su falta. Y sonreiremos a la vida, por habernos permitido conocer a alguien muy especial, ese es mi propósito. Aunque a veces aparezca de nuevo la rabia, y vuelva a apoderarse, esa es la lucha que queda. Pero seguimos en el intento y seguimos viviendo,con nuestro ángel acechándonos noche y día.
Es ahora él quien cumple esa misión, cuidarnos a los que cuidamos de él, protegernos como tanto le supimos proteger a él.Y quererle como solo puede quererse a alguien ESPECIAL.
La vida, con sus cosas.
Hay que vivir tal y como hemos aprendido. VIVIR QUE YA ES MUCHO.
