jueves, noviembre 10, 2011

- Aunque a veces se nos empañe la vida, siempre p'alante...-

Hay días, hay veces que las ausencias duelen más que nunca.
Hace unos días fué mi cumpleaños y aunque siempre ha sido un día como cualquier otro, no deja de ser una fecha especial y en ese caso aparece el sabor agridulce de una supuesta tarta .
Pensaba en lo que normalmente se desea ante una felicitación cumpleañera. Que tengas un buen día, también muchos regalos, que se cumplan todos tus sueños... Pero no, no es un buen día, ni deseo regalos, ni se cumplirán todos mis sueños. Al menos uno de ellos no.

Me hubiera gustado verte sonreir el día de tu cumple, me hubiera gustado saber que habías estado de fiesta con tus amigos, quisiera verte al lado de la persona que tanto querías, quisiera verte ir de aquí para allá, como cualquier chico de tu edad. Me hubiera gustado celebrar tu Cumpleaños el 7 de Octubre, todos juntos, bromeando y tan felices por haber superado tremenda prueba. Ese hubiera sido para mí, el mayor regalo que hubiera tenído en mi vida, el devolverte LA VIDA con un poquíto de aquella sangre mía. Cómo me hubiera gustado poder celebrar algo así contigo, qué felicidad tan grande hubiera sentído hermano.

Seguímos recordandote y no sólo nosotros, también ella, también tus amigos. Y mientras eso ocurra, tu seguirás vivo en nuestras vidas. Aunque se empañe la vida, aunque amarguen los dulces, aunque no se cumpla mi mayor sueño, tú seguirás en mi vida, en nuestras vidas y para siempre. Eso no nos lo podrá quitar ésta maldita enfermedad.

Nuestros padres se emocionan cuando hablamos de tus amigos, cuando les decímos que te recuerdan, cuando dejan flores en tu descanso. El papa seca sus escurridizas lágrimasy la mama exclama; ¡¡ Ay tus amigos, qué amigos !!

Mil besos hermano, uno a uno espero que todos te lleguen de parte de quienes te queremos.
¡¡ Nunca imaginarías lo difícil que es vivir sin ti !!