jueves, julio 16, 2009

Vuelve la normalidad...

Hoy está todo más tranquilo y menos mal,porque los sobresaltos que traen consigo todo ésto,acaban por minarte,te dejan derrotao sin fuerzas,pero seguimos luchando porque acabaremos con todo ésto,los días pasan y se hace pesada la subida,pero llegaremos arriba,llegaremos,lo importante es que él no se canse de subir,no se cansará,seguro que no,ahí estaremos para subirle el ánimo y ayudarle a levantarse.
Ayer comenté el problema que causó la medicación que le pusieron el Martes,pero anoche ya nos dijeron que remitió y hoy en la analítica de nuevo ha vuelto a remitir,lo cual es buena señal,el hígado se recupera poco a poco.El problema de la mucositis causada por la sequedad de las mucosas debido a la bajada de defensas,también va remitiendo y es otra buena noticia.Así que,así vamos despacio pero con buena letra,como se hicieron las grandes obras...
La punción finalmente no se hará hoy,será para el Lunes o Martes y como sabéis esperamos todos con los dedos cruzados para que salga totalmente limpia.Ya os comentaré cuando vayan a hacerla,para que enviéis vuestras mejores energías.
Gracias por estar ahí

2 comentarios:

  1. Hola Encarni, he estado varios días sin conexión y en cuanto he podido he visitado el blog para tener noticias vuestras, a veces se hace largo y pesado el camino, ya os o he comentado otras veces, pero al final vale la pena, hay que seguir teiendo fuerzas y ánimos, yo te mando un montón de energía y un abrazo muy fuerte para los dos. ¡Animo!. Marisa

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  2. Encarni, me alegra ver que a pesar de los sobresaltos se va manteniendo el rumbo y el ánimo.

    Me ha hecho gracia tu comentario sobre que Pedro sea delicado para comer ya que me ha recordado una de esas "leyendas" familiares que se comentan a propios y extraños relacionada con Carlos. Cuando era pequeño era malo, malo para comer y hasta edad muy avanzada mi madre le complementaba las comidas con biberones de leche y papilla de cereales. De hecho a veces no era estrictamente un complemento sino que incluso le metía yemas de huevo o trozos de lenguado desmenuzado. Recuerdo aquellos biberones con la tetina perforada con un agujero del tamaño de una lenteja en los que el pobre Carlos, con 4 ó 5 años ya, y con gran sorpresa ¡se encontraba una espina!

    En fin, perdonadme esta licencia pero he creido que un poco de humor retrospectivo sería saludable... para todos.

    Un abrazo Encarni, un abrazo Pedro, el manzano sigue creciendo.

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