jueves, octubre 13, 2011

Sin recompensa ...

Como sabéis a principios de Septiembre de hace dos años, me hicieron una extracción de células madre a través de la sangre periférica. Desde entonces han de hacerme una analítica de control hasta 5 años después. Esto no es más que para asegurarse que todo está bien, como es en mi caso.
Desde éste año lo haré en el hsopital de aquí, así no tengo que perder la mañana, ni más tiempo desplazándome a Valencia y lo que es mejor para mí, sin tener que pisar la Fe.
Y lo que jode, así tal como suena, porque me jode enormemente tener que pasar por ello, otra vez y una vez más, y recordar otra vez más, que mi hermano no está, que no pudo ser.... Maldita sea, malditas células que no pudieron darle a mi hermano lo que más deseábamos todos. Ya sé que no gusta que lo diga, que lo exprese ni siquiera aquí. Pero es lo que siento y estoy segura que a cualquiera en mi lugar, le pasaría exactamente igual.
Lo teníamos todo, buenos médicos, buenos tratamientos, una compatibilidad 100 % y al gran guerrero dispuestisímo a ganar. Todo a nuestro favor, todo, menos la maldita mala suerte...
No quiero seguir, porque no sirve de nada bueno, sólo alimenta el dolor y éste ya es bastante, ya es suficiente.
Pues como comentaba, cuando nos dijeron que ambos eramos compatibles, todos me felicitaban, Pedro decía que no era cosa de felicitar, en ese momento no comprendía el alcance de algo tan grande., porque no se necesitaba, pero llegó el momento de echar mano a eso, a ese recurso vital como es mezcclar sangre con sangre, de hermano a hermano...
Y no hay palabras que lleguen a certificar tal magnitud, lo que se siente, la grandeza de tener una oportunidad así. Me sentí muy afortunada y tremendamente feliz de poder ser tan útil.
Si mi hermano estuviera con nosotros, sería lo más de lo más. Y yo me sentiría tremendamente afortunada el mejor premio que puede darse, la recompensa de recuperar LA VIDA, su VIDA. Ese sería mi sueño, inalcanzable ya.
Ojalá algunas personas que se hayan hecho donantes a través de mí, o de Pedro, o al conocer su vida, un día me cuenten que han tenído la oportunidad de hacerlo, de donar sus células para alguien que sufre tanto como sufrió él. Ojalá tengáis ocasión de sentir lo que yo sentí, porque pase lo que pase, la sensación de hacer algo MUY GRANDE , siempre queda, y ahí la tengo para siempre empañada en tristeza, pero feliz por haber hecho algo muy hermoso por y para él.
Mil veces lo haría.
¡¡ Ay hermano !! ¡¡ Cómo duele a veces ésta herida !!.
Mándanos fuerzas.

1 comentario:

  1. Encarni, sí que hay recompensa, la satisfación tuya, la de él, de la familia y de todos los que le queremos porque se hizo todo, todo lo que estaba en vuestras manos.
    El vivió con tus células y se fué con ellas
    ¿imaginas el orgullo que el siente allá donde esté de ti y tu familia?
    Vive entre nosotros, no le podemos tocar pero eso es algo... que no se puede cambiar.
    Solo podemos sentirnos orgullosos de el como el se siente. Quererlo, recordarlo y hacer que viva siempre en nuestros corazones.
    Es una la manera de contener la rabia haciéndole sentir cerca.
    Un abrazo

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