No hay día que no hable de ti, que haya algo que me recuerde a ti. Como si no te hubieras ido, porque yo quiero que estés aquí. Quiero que suene tu canción cuando menos lo espero. Escuchar a una madre en la calle llamar a gritos a su hijo y que éste se llame Pedro, como tú. Nunca te voy a olvidar. Eso lo sé.
A veces aparecen recuerdos de momentos, de risas. Los momentos grises no los quiero recordar, tú no lo mereces y yo sé que prefieres que sea así.
Yo siempre buscaba motivos para hacerte reír. Me empeñaba en que rieras, era la mejor manera de distraerte por momentos de la dura realidad. Recuerdo en este justo momento, aquel día de una incertidumbre enorme.Te enfrentabas de nuevo, por segunda vez, sin saber lo que te esperaba. Y había miedo en tus ojos, también nosotros lo teníamos, la verdad. . Pero lo que más recuerdo es que pasamos la tarde jugando al dominó, te ganaba todas las veces ... Cuánto nos reímos. Aquellas risas, me supieron a gloria bendita.. Recuerdo observarte mientras reías, me resuenan ahora mismo tus enormes carcajadas y yo mientras tanto pensaba, por favor, tienes que recuperarte hermano.
Recuerdo al día siguiente nuestras expresiones de miedo, el querer esquivar la tristeza, esa tarde te ibas al hospital,para empezar un nuevo protocolo y aunque con mucha esperanza, mucho miedo también. Salimos a acompañarte al coche, recuerdo llevar tu maleta hasta él y decirte, venga ánimo Pedro, no olvides que siempre estamos contigo, con lágrimas en los ojos. Mira que siempre lo habíamos hablado entre todos,que nunca nos viera flaquear, en ningún momento. Pero esa vez no lo conseguí y me sentí fatal, era justo lo que no necesitabas.
A día de hoy, han pasado unos años y sigue doliendo igual. Y sigo llorando igual, pero también sigo recordando tus risas. Esas tan contagiosas.
Siento que me falta mi mitad.
Estás y siempre estarás en mi corazón. En el de todos nosotros. Porque vives en nuestros corazones.
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